Las opiniones vertidas en este espacio son parte del análisis de situaciones tan delicadas al momento de consolidar la atención de emergencias médicas en Ecuador.
Es
habitual escuchar el sonido de sirenas y observar luces de emergencia durante el
día y la noche; muchos nos preguntamos: ¿Qué estará sucediendo?
Efectivamente
una desgracia para muchos y una felicidad para pocos.
Antecedentes
Tenemos
que trasladarnos al pasado a finales del siglo XVIII, durante las guerras
napoleónicas, cuando el cirujano Barón Dominique Jean Larrey establece que el
traslado de un herido desde el campo de batalla hasta los hospitales de
campaña, que se encontraban ubicados a cinco kilómetros de distancia,
aumentaban la mortalidad entre los heridos por lo que era necesario montar un sistema
de transporte que permita el traslado más rápido de los lesionados.
En
lo que a uso civil se refiere, a finales del siglo XIX se hacen las primeras
adaptaciones en vehículos de diferente tipo de propulsión. Para el año 1909 una
empresa fabricante de carruajes y carros funerarios produce en serie un
vehículo adaptado que contaba con luz eléctrica, camilla y asientos junto a la
camilla.
En Ecuador
La
Asistencia Pre Hospitalaria da sus primeros pasos en 1923 con la creación de
la Cruz Roja Ecuatoriana, y la aparición de las primeras ambulancias en la
ciudad de Quito, mismas que son tripuladas por personal voluntario con
conocimientos básicos de Primeros Auxilios.
A
partir de esta fecha, los Cuerpos de Bomberos, la Cruz Roja Ecuatoriana y la
Defensa Civil (actual Secretaria de Gestión de Riesgos), en un espíritu de
colaboración empezaron a incorporar de forma independiente el servicio de
Atención Pre Hospitalario especialmente a nivel provincial en Quito,
Guayaquil y Cuenca existían centrales de emergencia, que funcionaban en forma
aislada y no estaban reguladas por organismos de salud.
En
el año de 1995, el Ministerio de Salud Pública (MSP) dio un primer paso para
tecnificar el componente de emergencias y creó la Comisión Interinstitucional
de Red de Emergencias Médicas (CIREM) con el fin de organizar y supervisar el
proyecto denominado "Programa Piloto de Red Nacional de Emergencias"
encargado de definir las políticas y participación de otras instituciones en el
ámbito nacional de la red de emergencias médicas. Posteriormente, en el año
2008, pasa a ser el Comité Interinstitucional de la Red de Emergencias Médicas
(CIREM), el encargado de proporcionar los lineamientos técnicos, humanos y
administrativos para el buen desempeño de la Atención Pre Hospitalaria a
nivel nacional; sin embargo, no se establecieron directrices claras para la operatividad
del componente Pre Hospitalario en todo el territorio nacional.
A
pesar de esta tecnificación, históricamente la dotación de recursos por parte
del Ministerio de Salud Pública se ha visto limitada básicamente a la entrega
de vehículos a las unidades de salud, para cubrir y satisfacer la demanda de
transporte secundario para la referencia, contra referencia, transferencia y
derivación de pacientes, dejando descubierto el transporte primario, encargado
de cubrir las causas más frecuentes de atención de enfermedades.
Causas
que entre las más frecuentes están las víctimas de accidentes de tránsito,
enfermedades cerebro vasculares, enfermedades hipertensivas e isquemias del
corazón, enfermedades metabólicas y agresiones por homicidios. En el año 2013,
el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) reportó a los accidentes
de transporte terrestre, diabetes mellitus y las enfermedades hipertensivas,
como la primera, segunda y tercera causa de muerte en el sexo masculino. (Acuerdo
0206-2018 / Registro Oficial 247, 23-V-2018).
Actualidad
Es
impresionante la cantidad de profesionales del área de salud que realizan sus
labores a diario para salvar la vida de los demás, luchando contra viento y
marea en muchas ocasiones para lograr su objetivo y juramento realizado al
momento de finalizar sus estudios y especializaciones. La profesión del médico
es digna de admirar, en su diagnóstico no hay errores ni equivocación, todo
debe ser exacto y preciso. He ahí lo sacrificado de sus estudios y el largo
tiempo que le dedican. Pero existe algo que nos hace retroceder y en algunas
ocasiones nos sentirnos impotentes de contar con todos los recursos necesarios.
En
Ecuador contamos con el Ministerio de Salud Pública, institución de estado que
tiene como responsabilidad directa la atención médica de todas las personas en
sus casas asistenciales subcentros, dispensarios, unidades de atención móviles,
ambulancias y demás.
La
falta de recursos con el tema de ambulancias se ha vuelto en un grave problema,
el cual no se preocupan por solucionar y gestionar en su debido momento. La
ciudadanía solicita una ambulancia y resulta que nunca tienen una disponible. A
lo que responden: se encuentra en talleres, no tienen conductor, tienen un
horario de trabajo administrativo, no tienen médico, no tienen combustible y demás respuestas que se reciben diariamente
por sus funcionarios ante este tema. El mismo que se ha convertido en un
problema social, ya que no existe el cumplimiento de sus objetivos plasmados en
su visión y misión como institución ante estos eventos. Sin embargo deben valerse
de instituciones adscritas para que brinden el apoyo como los Cuerpos de
Bomberos, quienes cuentan con personal remunerado 24/7 en sus respectivos
turnos de trabajo y que colaboran indirectamente para resolver estas novedades
e incluso pasando por impases y mal tratos desconsiderados por el personal de
salud, quiénes en su mayoría de ocasiones no quieren receptar a los pacientes respectivamente
en las casas asistenciales hasta la retención de sus camillas y equipos para la
Atención Pre – Hospitalaria por largos periodos de tiempo.
Hasta ¿Cuándo seguiremos con esto?
Porque
se pierde la convicción y los objetivos comunes de una institución para la
atención de emergencias. La vida de las personas no es un juego.
¿Qué
sucederá cuando la vida útil de los recursos bomberiles llegue a su etapa final?.
¿Tendremos que parar la Atención de Emergencias a nivel nacional? ¿Se perderán más
vidas? ¡Solo Dios lo sabe!
Las
autoridades de turno deberán mejorar el sistema de atención de emergencias médicas,
planificar sus presupuestos y proyectar
sus gastos para la adquisición de Ambulancias propias que brinden las garantías
de atención y también que el personal asignado para conducción y atención
mantengan la responsabilidad de estos recursos con el cuidado y mantenimiento
de su herramienta de trabajo tan importante para la atención de emergencias médicas
en el país.
Definitivamente
aquí nos encontramos con otro problema, la mentalidad pobre, el conformismo,
falta de predisposición y amor propio por su trabajo de estar atentos y agiles
para responder a un auxilio de manera oportuna en ciertos funcionarios. Esto
implica cambiarle el chip a la gente y reprogramar sus acciones de compromiso y
dedicación para mejorar su trabajo; solo así considero que nuestro servicio de emergencias
a nivel nacional será uno de los mejores en el país y el mundo. Pero esto es
parte de un proceso y convicción que se fortalece diariamente.
Espero
y aspiro que en un futuro no muy lejano podamos contar con unidades propias del
Ministerio de Salud Pública completamente equipadas y asignadas con personal
idóneo para realizar sus funciones y salvar vidas, sin depender de terceros a
quienes les limitan sus procedimientos y ganas de apoyar mucho más de lo necesario.
Y que permitan articularse de manera simultánea para seguir creciendo y
mejorando la atención a la ciudadanía en general.